Los clientes de este proyecto son una pareja joven: ella española, él estadounidense. Buscaban un primer hogar en común, con el objetivo de alquilarla cuando el espacio se quedara pequeño.
Para crear el refugio que buscaba la pareja, el estudio optó por una gama de tonos neutros entre los que destacaran los colores tierra con algún toque de color. Como motivo especial, Helena dejó el yeso de las paredes a la vista y aportó calidez con los suelos de roble.
El cliente quería una cocina abierta al salón, por lo que se tuvo que cambiar por completo la distribución del espacio. El principal reto fue el almacenaje. Buscaban tener el máximo almacenaje posible sin compartimentar el espacio.
En Helena Martin creen firmemente que el buen diseño tiene la capacidad de influir positivamente en cómo te sientes, y queremos que todos nuestros clientes experimenten ese bienestar.
Comenzamos cada proyecto entendiendo las necesidades específicas del cliente, analizando sus gustos y transformando esas ideas en espacios funcionales donde todo está pensado al detalle.
Apostamos por espacios atemporales, luminosos y calmados, utilizando materiales nobles y acabados naturales.
Estudió arquitectura con la intención de conseguir una formación global, que le permitiese afrontar de una forma más completa su pasión hacia los espacios interiores, por lo que tras trabajar en diferentes estudios, en 2017 decidió fundar el suyo propio, especializado en proyectos integrales de interiorismo.
Perfeccionista y amante del detalle, busca encontrar el equilibrio entre funcionalidad y estética, con espacios racionales, acordes con el lugar donde se sitúan y la forma en la que se viven.
Proyecto: Helena Martín
Ubicación: Madrid
Fecha: 2020
Área: 90m2
Fotografía: Montse Garriga Grau
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